Es muy duro vivir solo, en la calle. Sin haberlo elegido
Una vez satisfecho el capricho de tener una mascota, cuando la realidad evidencia que no son unos muñecos monos, sino que son de carne y hueso: crecen y tiene necesidades especificas como cualquiera de nosotros, son muchas las personas que, desde su inconsciencia, se deciden por pensar en esto luego que ya tienen a su nuevo miembro familiar en casa, y empiezan a tratarlo como si fuera un mueble viejo hasta que deciden abandonarlo a su suerte. Esto es una realidad que aun sigue ocurriendo con más frecuencia de lo que debería a estas alturas de la humanidad.
Por otra parte, hay muchas otras razones por la que un gato o un perro pueden terminar en la calle: desde haberse perdido hasta haber sido secuestrados.
Para los que no son amantes de los animales esto les puede sonar escandaloso, pero es así: hay niñatos que se dedican, por diversión, a coger a dóciles gatos/perros confiados y absolutamente domesticados para sacarlos de su jardín, ventana o simplemente aprovechar un descuido para luego soltarlo lejos de sus casas. Suelen ser cachorros por lo que resulta fácil que se desorienten. Este es el caso del gato de la foto.
Antes de pensar en si queremos o no una mascota recordar que es pensar si deseamos un nuevo miembro de la familia, con todo lo que ello implica y el consecuente nexo afectivo que se desarrolla.
Comprar mascotas no es una opción en tanto no se compraría un miembro de la familia, existen muchos casos como los de este gato, gatos y perros que terminaron en la calle, en los refugios esperando por hogar.
Si eres primeris@ y lo que te preocupa es el proceso de selección: Este tampoco es mayor problema. Tanto de la calle como de un refugio lo más seguro es que el gato o el perro te elija a ti. Sabrás en el primer instante con quien conectas. Luego el procedimiento habitual es: Si viene del refugio ya tendrá sus vacunas y el reconocimiento de un veterinario, estará desparacitado, limpio... y posiblemente castrado. Si es de la calle donde te lo encuentras pues llevarlo a casa, tratar de limpiarlo, darle de comer, mucha agua que descanse un poco y llevarlo al veterinario para una revisión, y todo lo demás.
Para los que ya tiene otros animales recuerden introducirlo en la familia poco a poco y con mucho tacto.
Estarás dándole una segunda oportunidad a un ser vivo que está acostumbrado a vivir en familia, si no fuese así ese gato o perro posiblemente se escondería al ver a un humano. Si te deja acercarte es que quiere un hogar y que conecta contigo, aunque se muestre asustado, como es normal.
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