El Mar de los Lamentos
El mar de los lamentos |
Cuando la comunicación de pareja se convierte en el Mar de los Lamentos
Una persona sumergida en
el Mar de los Lamentos se siente muy feliz porque allí puede encontrar todas
las respuestas de sus infortunios.
En ese Mar, sus temores se disfrazan
de amenazas externas y sus ilusiones, proyectos y sueños están acompañados con el canto de las Sirenas, pero no se
percatan que los cantos de las Sirenas son engañosos.
Es un Mar muy atractivo por sus
colores y encantos propios y, como todo Mar, tiene oleajes, remolinos y
profundidades peligrosas. Estando allí encontramos excusas para todos nuestros actos, ya que somos “Dioses” o “Diosas” de la lamentación… Por ejemplo, si
vivimos en un piso o una casa muy hermosa y nadie nos visita, nos lamentamos de
ello, culpando a que “los demás sólo se ocupan de ellos” y no saben apreciar a
los otros (o sea a ti). Pero si, por el contrario, van muchas personas a
visitarte, piensas que tienen “algún interés oculto” y vives identificando cuál
es ese interés.
Una persona sumergida en
el Mar de los Lamentos se siente muy feliz porque allí puede encontrar todas
las respuestas de sus infortunios.
En ese Mar, sus temores se disfrazan
de amenazas externas y sus ilusiones, proyectos y sueños están acompañados con el canto de las Sirenas, pero no se
percatan que los cantos de las Sirenas son engañosos.
Es un Mar muy atractivo por sus
colores y encantos propios y, como todo Mar, tiene oleajes, remolinos y
profundidades peligrosas. Estando allí encontramos excusas para todos nuestros actos, ya que somos “Dioses” o “Diosas” de la lamentación… Por ejemplo, si
vivimos en un piso o una casa muy hermosa y nadie nos visita, nos lamentamos de
ello, culpando a que “los demás sólo se ocupan de ellos” y no saben apreciar a
los otros (o sea a ti). Pero si, por el contrario, van muchas personas a
visitarte, piensas que tienen “algún interés oculto” y vives identificando cuál
es ese interés.
En las diferentes olas de ese
Mar, subes y bajas… y en el momento en que la ola te sacude, te subes a ella y
desde la cima (en tu posición de “Dios o Diosa”) y ayudado(a) con el coro de las
Sirenas, agredes a los otros señalando “esos intereses” que ya venías guardando
en tu memoria. La reacción de la persona agredida no importa, porque, diga lo
que diga, te va a llevar a tu propia conclusión de que tú y solo tú tiene la
razón.
Si vives en ese Mar puedes
encontrar una pareja, que al igual que tú, está sumergido(a) en el mismo sufrimiento
de ser “El único(a) que…” Los dos se toman de la mano y van juntos entre los
oleajes, remolinos y mareas, turnándose la cima de la ola para tener el poder
en este Reino de los Lamentos. Pero no hay conexión real, ni amor verdadero.
Porque en el Mar de los Lamentos no existe el amor, solo hay lamentos…“Yo soy
el único(a) que…” “sólo yo soy capaz de…”
Puedes salir y vivir en tu mundo real.
En ese Mar puedes vivir toda tu
vida, entre remolinos y oleajes, o puedes salir y vivir en tu mundo real. Tú
decides, al igual que cuando vas a la playa y pretendes salir del agua porque
ya no quieres seguir en ella, y aunque el mar, con sus olas, te retenga, te las
ingenias para saltarlas, sumergirte y simplemente llegar a la arena… y si estás
con otra persona tratan de hacerlo juntos, pero, cada quien es responsable de
sus movimientos.
Así de simple puedes dejar el “Mar
de los Lamentos”, solo(a) o en pareja, siempre que los
dos quieran salir de
esos oleajes, porque para salir de allí hay que querer dejar esa “comodidad de los
lamentos”
Hablar con otros siempre ayuda y es por eso que a partir de este jueves 29/09, de forma gratuita, estarán dando el taller sobre 'Comunicación de la pareja' que luego repetirá en varias fechas (para ver el horario completo consultar ente link de la Biblioteca Municipal "Miguel Delibes")
No importa cuánto tiempo lleves en ese Mar o a qué profundidad estés, simplemente, si decides salir, comienza a buscar la orilla y seguro que lo logras.
Si quieres echarle una mirada al taller anterior hay una entrada del 15 de abril de 2015 en el blog del Servicio Pedagógico Municipal (pincha aquí: 'Comunicación en la pareja' )
dos quieran salir de esos oleajes, porque para salir de allí hay que querer dejar esa “comodidad de los lamentos”
No importa cuánto tiempo lleves en ese Mar o a qué profundidad estés, simplemente, si decides salir, comienza a buscar la orilla y seguro que lo logras.
Si quieres echarle una mirada al taller anterior hay una entrada del 15 de abril de 2015 en el blog del Servicio Pedagógico Municipal (pincha aquí: 'Comunicación en la pareja' )
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comentarios: