Ferias de empleo ¿y para qué sirven?
Muchos vamos de una feria a otra ‘echando currículum’ con la ilusión de salir de allí con un contrato, así sea precario, bajo el brazo. Y nada más decepcionante cuando esto no se hace realidad. Muchos nazarenos vamos con nuestros curriculum vitae (CV) listo y preparado bajo el brazo y el nudo en el estómago por si esta vez sí será.
Vamos de feria del empleo en feria del empleo como si de responder clasificados se tratara y lejos de ser una experiencia positiva regresamos llenos de frustración y resentimiento por no lograr nuestro objetivo. Por haber soportado largas colas para poder dejar el dichoso CV. Luego de haber soportado una charla que pretendía ser ‘estimulante’ pero que en realidad fue sobre nuestra responsabilidad en lo de no tener empleo actualmente y para machacar aún más el asunto nos señalan todos los miles de errores que tiene nuestro folio (o folios) de CV como si de un 'papelito mágico' se tratara, quien lo tenga perfectamente diagramado y con la foto perfecta es el próximo ganador del puesto de trabajo. Absolutamente frustrante.
Ahora
bien, nos guste o no, tenemos algo de responsabilidad en esa sensación de haber 'perdido el tiempo', que 'no hay lugar para nosotros' y de que 'estamos haciendo
todo mal' ¿A qué vamos exactamente? Puestos en el caso sería más económico,
rápido y relajado enviar los CV por internet a cualquier empresa que oferte un
puesto de trabajo.
El enfoque que le damos a esta experiencia y las expectativas que tenemos sobre ella.
Y
es que las ferias de empleo tienen sus ventajas. A diferencia de internet, clasificados u
otros métodos para buscar empleos, las ferias de empleo están enfocadas. Tienen
su razón
de ser. Sus beneficios. Solo hay que conocer cuáles son y sacarles el máximo partido, así dejan de ser una pérdida de tiempo y fuente de frustración (ya no necesitamos más gracias, con estar en el paro es suficiente) y se convierten en una oportunidad real.
de ser. Sus beneficios. Solo hay que conocer cuáles son y sacarles el máximo partido, así dejan de ser una pérdida de tiempo y fuente de frustración (ya no necesitamos más gracias, con estar en el paro es suficiente) y se convierten en una oportunidad real.
Primer
paso es planteársela como una entrevista de trabajo: Uno no va a cualquier
sitio y de cualquier manera dejando CV
cual ‘cartero comercial’ en todos
los buzones sin discriminar y sin estar vestidos para la ocasión. En las ferias lo mismo.
Cada
vez son más específicas. Hay ferias universitarias dirigidas a recién
graduados, hay ferias del sector turístico, del sector industrial, para puestos
operativos (como la que pasó en Dos Hermanas el pasado septiembre) en fin están lo suficientemente segmentadas
como para que sean una oportunidad real dentro del sector. Otra cosa es que uno
no tenga muy claro cuál es su sector, a
cuál quiero aplicar. Conviene pensar en ello y definirse por uno para no ir de
feriante.
Si
se tiene definido cuál es el sector conviene tomar en cuenta que las empresas que se presentan realmente están buscando personal. Están porque sí necesitan talentos. Allí están sus
reclutadores. No están para llenar espacio o porque sí.
En la feria nos vieron y ya la primera impresión quedo hecha. Sabemos que realmente buscan personal y podemos informarnos antes sobre la empresa y el tipo de perfil que buscan. Podemos aprovechar esos minutos de saludar al reclutador, al entregarle nuestro CV, e indagar qué tipo de personas buscan, con qué habilidades o destrezas. Estamos hablando con una persona en un ambiente más relajado e interactivo que una oficina en plan pregunta-respuesta.
Es el momento de ser creativos y buscar información, dar la necesaria y causar una buena impresión. Ellos están allí, nosotros decidimos a quien acercarnos.
Elijamos bien las batallas y luchemos.
Es una entrevista en donde nosotros tenemos el control, podemos acercarnos o no, podemos preguntar sobre lo que buscan, sobre nuestras posibilidades reales, sobre lo que necesitaríamos si quisiéramos ese puesto en concreto, pedir teléfonos, correos, en fin ponernos creativos para nuestro beneficio.
Otra
ventaja, además de no tener que esperar la llamada para un primer contacto, ni
tener que desplazarnos hasta el lugar para digan ‘ya te llamaremos’ y vuelta a
la angustiosa espera de la siguiente llamada, es que tenemos varias empresas
del mismo sector que, sí estamos
enfocados y sabemos cuál es nuestra área,
nos ahorrará un montón de tiempo, angustia y dinero al poder ir de un
puesto a otro en cuestión de minutos. En una mañana podemos hacer por lo menos
3 o 4 contactos de este tipo que en caso contrario y de forma tradicional nos
llevaría días, traslados e incertidumbre (aquí ya sabemos que sí están
buscando, qué quieren y con quien hablar –además está dispuesto a atendernos no
está ocupado en otra cosa)
Luego
están las charlas y los talleres. Por lo general son sobre temas enfocados a la
búsqueda de empleo, técnicas de entrevistas, orientación para elaborar el CV, y
temas de utilidad para ayudarnos a definir nuestra búsqueda, para enfocarnos.
Pueden ser frustrante si se apuesta todo por la creencia de que son una especie
de ‘fórmulas mágicas’ con todas las
respuestas a nuestras dudas. Visto así es claro que resultarán una enumeración
de cosas ‘que hacemos mal’.
Pues demos la vuelta a la tortilla: Son consejos que nos dan reclutadores profesionales sobre temas que nos interesan, buscar y encontrar empleo.
Pues demos la vuelta a la tortilla: Son consejos que nos dan reclutadores profesionales sobre temas que nos interesan, buscar y encontrar empleo.
Por
otro lado las charlas y talleres son ambientes abiertos y relajados, podemos
provechar en ampliar nuestra red de contactos, los otros ‘feriantes’ que están
allí no son necesariamente nuestros competidores. Pueden ser aliados en un
momento dado, se pueden crear contactos de provecho, pueden surgir nuevas
iniciativas. En fin una vez más es hora de ir abiertos de mente a las
oportunidades y de ponernos creativos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comentarios: