Hacer por Hacer
Hacer
algo, desde un curso… una comida… un trabajo, en fin, cualquier cosa, implica
un compromiso. Estarán de acuerdo con nosotr@s de que en nuestras vidas hay
muchas cosas que ver y hacer. Nos toca decidir entre una extensa gama de
posibilidades.
Por
qué nos decidimos por una y no por otra?
Por qué queremos compartir algunas experiencias? y qué hace que otras
las mantenemos calladas?
En
nuestro quehacer cotidiano el ‘hacer algo’ se ha convertido en un requisito casi indispensable y a veces no tomamos en cuenta el grado de compromiso que tenemos
con eso que hacemos o cuál es nuestra motivación real. Ya que lo importante es
‘hacer por hacer’ y muchas veces se busca recibir aprobación por ello sin
pensar que al hacer las cosas ‘sin pasión ni razón’ nos conducen a un discurso vacío. Es como si
llenáramos nuestras vidas con contenidos aparentemente relevantes pero que en
realidad son de ‘tomar y tirar’, una especie de ‘comida chatarra’ en nuestra
vida cotidiana que se traslada al ámbito social y por ende al cultural.
Así
podríamos organizar un sinfín de actividades sin pensar realmente en el
verdadero sentido de ellas y llenar nuestra agenda de cosas inconexas pero con
mucha efervescencia, en donde, terminada la burbuja, no nos queda nada.
Hemos
hecho esta reflexión desde nuestro punto de vista. Nos ayudaría muchísimo saber
qué opinas al respecto. Comenta. Cuál es tu punto de vista?
Desde mi barrio: Niños en la calle o niños de la calle? En cualquiera de nuestras barriadas hay un conjunto de niños que no pasan de los 12 años que por alguna razón pasan todo su tiempo libre en la calle. Y es que apriori esto suena muy bien, qué mayor de 30 años no recuerda juegos en las calle con los vecinos que ahora son nuestros amigos de toda la vida? y eso estuvo bien en su momento pero de aquellos días ha hoy existen por lo menos tres diferencias muy grandes: sigue leyendo>>


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